lunes, 20 de enero de 2020

2º BACHILLERATO MIÉRCOLES 22

Comentario de la siguiente imagen


2 comentarios:

  1. En este edificio podemos apreciar características propias de esa arquitectura funcional que surge al acabar la 1ª Guerra Mundial. El funcionalismo, bajo el lema de Sullivan “la forma sigue a la función”, rompe con todos los conceptos básicos de la arquitectura que se habían seguido hasta el momento. Pero, en primera instancia, es una reacción al modernismo, que había seguido lo ornamental.

    Este edificio en concreto es el pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona de 1929, obra de Mies van der Rohe, uno de los maestros más importantes de la arquitectura moderna, del racionalismo. Una frase que él mismo dictó, “menos es más”, podría describir su obra, que destaca por una composición geométrica, la ausencia total de elementos ornamentales, y una elegancia exquisita de los materiales (mármol, acero cromado, bronce…).

    En la fotografía superior se nos muestra el interior del edificio, donde ya vemos la primera innovación de Mies, la pared deja de ser un elemento sustentante y se sustituye por una gran cristalera que deja ver el exterior: un pequeño estanque rectangular rodeado por muros cubiertos de mármol, el material protagonista de toda la obra. Dentro del agua, sobre una plataforma, hay una estatua de una mujer que curva su cuerpo y arquea sus brazos, creando un gran contraste con el resto del edificio donde predomina la línea recta y las formas geométricas.

    Además de utilizar grandes ventanales, Mies también nos muestra una nueva manera de concebir el espacio, pues los muros de cerramiento se distribuyen libremente por toda la planta y la cubierta se muestra como un plano elevado que flota por encima del espacio interior. Todo esto es lo que nos transmite esa idea de gran apertura, de trasparencia, una gran fluidez espacial. No hay una delimitación clara del edificio, el exterior se convierte en interior y viceversa. Es así que tanto el entorno como la propia estructura forman, en mi opinión, parte de un todo, constituyen en conjunto el edificio.

    Por último, me gustaría hacer referencia a Lilly Reich, una artista polifacética clave en el diseño moderno del siglo XX, que ha destacado en el mundo del interiorismo. Al igual que Mies, sus habitaciones tenían el mínimo de muebles y proponía prescindir de las paredes. En cuanto a su aportación en el mobiliario del pabellón, cabe destacar la Silla Barcelona, que gracias a sus proporciones armoniosas, forma y materiales (acero y cuero), se convirtió en casi una escultura pero, sobre todo, en un icono de la modernidad.

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  2. Trabajo común 6F
    Se nos presenta una fotografía del pabellón alemán construido para la exposición universal de Barcelona de 1929, diseñado por el arquitecto Mies Van der Rohe. Concebido para la recepción de las autoridades de la exposición, el edificio constituye un claro ejemplo de arquitectura racionalista, tratando de reflejar los valores de la progresista y emergente república de Weimar.

    Como parangón de la arquitectura moderna, en su realización destaca la utilización de materiales innovadores como el vidrio y el acero, junto con otros altamente lujosos como el mármol. Su estructura presenta un concepto de planta abierta en la cual predomina la horizontalidad y las líneas rectas, buscando la liberación del espacio y ajustándose a la fórmula del “menos es más” y abogando por la simetría, la funcionalidad y el orden.
    Siguiendo las teorías de Le Corbusier, los pesos de sustentan mediante pilares permitiendo colocar, a lo largo de las paredes exteriores, una serie de cerramientos acristalados de diversos colores en consonancia con los muros de mármol.

    Además de su arquitectura, podemos destacar el diseño de interiores, en el que tuvo un importante papel el trabajo de Lilly Reich y su silla Barcelona, primera pieza de mobiliario de interior realizada en acero inoxidable. Así como la elección de la escultura “Mañana” realizada por Kolbe, cuyas formas orgánicas destacan frente a carácter rectilíneo del resto del espacio.

    La relevancia del Pabellón Alemán reside en lo que supuso en su momento como gran ejemplo de la corriente racionalista y de la incipiente arquitectura moderna. La claridad, el minimalismos de las estructuras y la apuesta por los espacios abiertos y los materiales modernos constituirán los nuevos pilares de diversas corrientes posteriores como el minimalismo.

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