martes, 9 de octubre de 2018

¿QUÉ HEMOS APRENDIDO?


26 comentarios:

  1. Tras la visita a la exposición de autor Baltasar Lobos, he aprendido a apreciar algunos aspectos presentes no solo en sus obras sino también en la exposición en sí.
    En primer lugar se ha hablado del carácter comercial de sus obras, lo que resulta increíblemente infravalorado a favor de otros aspectos como la creatividad o la estética de la obra. El que su obras tengan un marcado carácter comercial no las convierte ni a ellas ni al autor en menos merecedores de sus logros. Al fin y al cabo un artista vive de sus obras y son pocos los que realizan estas con la mera intención de expresar sus ideas en el plano físico.
    En segundo lugar hemos discutido la interacción entre las ideologías del autor y sus trabajos, descubriendo así que los pensamientos del artista no tienen correlación con sus creaciones, y no solo se demuestra con el ejemplo de Baltasar.
    Por último, he aprendido a valorar tanto las copias como las obras con formas simples. Solemos apreciar más a las obras que transmiten distintas emociones debido a su expresividad, pero, gracias a las obras de Baltasar Lobo he comprendido que las esculturas con simplicidad volumétrica son capaces de expresar movimiento incluso careciendo de extremidades. De nodo que aún colocadas al lado de esculturas más complejas y detalladas, somos capaces de ver el movimiento y el equilibrio en ambas por igual.

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  2. Enhorabuena por atreverte a romper el fuego. Ya hablaremos en clase cuando alguien más se atreva...

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  3. Sin pretender mostrar una tesis irrebatible, creo que se puede decir que el arte es beber.
    Beber de otros autores, de otros tiempos, de otros estilos, obras, lugares, experiencias…
    Beber de culturas, emociones, visiones, pensamientos…
    Y plasmarlo.
    En algunas ocasiones esa inspiración será evidente, en otras tal vez no tanto pero algo así fue lo que tuvimos ocasión de ver en la exposición de "Baltasar Lobo, un moderno entre los antiguos".
    Figuras que habían sido concebidas por el artista como "nuevas" se quedaron en "diferentes" al entablar diálogo con las obras clásicas que, no sabemos bien hasta qué extremo, las habían inspirado.
    Se nos planteaba una dialéctica constante desde los tres puntos de vista existentes para ver las esculturas, siendo las de orden clásico copias del siglo XIX y las de Baltasar Lobo originales, conviviendo en diálogo permanente para mostrarnos lo importante que ha sido, es (y seguramente será) el recurrir a fuentes anteriores como modelos.
    Así, en la muestra observamos la obra "Élan. Impulso", un torso sin extremidades (como es habitual en Lobo) que se gira tal y como lo hace Laocoonte justo detrás, igual que vemos al protagonista de "Basket. Baloncesto" moverse de manera muy similar a como lo hace el Gladiador Borghese a su espalda.
    Baltasar Lobo fue un autor que tuvo que exiliarse a París durante la Guerra Civil española y que en su arte nos muestra un claro escapismo de todo ese conflicto, sin pretender denunciarlo o tan siquiera nombrarlo (a diferencia de como hace Juán Genovés a unos metros en su exposición antológica del Herreriano), por lo que tal vez el arte no solo sea beber.
    Tal vez el arte también sea escupir.

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  4. Ver las exposiciones de Baltasar Lobo y de Juan Genovés me ha hecho reflexionar y darme cuenta de diversas cuestiones bastante relevantes en el mundo del arte.
    Desde la antigüedad el ser humano ha buscado la belleza y la perfección en el arte. Los griegos hicieron importantes estudios del cuerpo humano que reflejaron en sus esculturas. Gracias a las copias romanas en mármol de antiguas esculturas griegas, podemos estudiarlas hoy en día.
    “La obra de arte no significa nada, simplemente es.” Esta frase me hizo darme cuenta que el arte no tiene una interpretación, sino que cada uno es libre de interpretar la obra como quiera. Y esto variara dependiendo de las experiencias vividas.
    Algo que me pareció bastante curioso es que una gran mayoría de artistas tras su muerte muchos donan sus obras a su ciudad o pueblo natal.
    Y que siendo artista muchas veces vas a tener que dejar tus ideologías de lado y ponerte a servicio del régimen que haya. Porque podrás tener tus ideas, pero también necesitas comer. A relación con este tema, también me di cuenta que los artistas a lo largo de su vida se ven obligados a cambiar las temáticas de sus obras. Muchos factores pueden afectar a estos cambios, como: un cambio de gobierno, que sus temas se quedan anticuados….
    Para concluir la última cosa que me llamo la atención fue que un artista nunca deja de aprender. No puedes quedarte estancado en las mismas técnicas o en los mismos coloridos y temáticas siempre.

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  5. Nos hacen preguntarnos qué hemos aprendido, pero lo que realmente deberíamos cuestionarnos es: ¿Qué han aprendido ellos? Porque, puestos a expresarlo metafóricamente, Baltasar lobo y, como él, muchos otros artistas, son un conciso ejemplo de lo que podríamos llamar estudiantes. Estudiantes que absorben y beben de lo que les rodea y lo plasman en sus trabajos, sus “deberes” dispuestos para que el resto del mundo lo vea, juzgue y admire. Y, al igual que el conocimiento en las escuelas evoluciona y cambia constantemente, adaptándose a esa impetuosa y desbordante corriente a la que nos referimos como progreso, lo mismo hace el arte.
    Entre las copias claramente naturalistas, en su afán de representar la realidad tal y como es, y la abstracción y cubismo de Lobo distan muchos siglos, mucha historia y mucho conocimiento, pero al fin y al cabo todo se limita al mismo fin: transmitir. La obra más detallista no está por encima de las formas abstractas en cuanto a expresión y calidad, simplemente se torna en dos puntos de vista completamente diferentes, propias de dos épocas que nada tienen que ver entre sí. Claramente, dispuesto tal y como están, se puede discernir cierto parecido entre las obras, lo que lleva a la reflexión de pensar en que, por mucho que el arte evolucione, siempre se apegara a un material común, que dos artistas, aun espaciados a través del tiempo, pueden llegar, por diferentes vías, a un resultado similar. La exhibición, por tanto, al visualizarla como un todo, adquiere un significado añadido que la aporta un valor que antes no poseía.
    Arte aparte, se nos concede también el placer de efectuar un pequeño viaje en el tiempo, recorriendo los cambios archivados y congelados en las representaciones, que se ven influenciadas por los constantes cambios de su entorno. Este factor es más visible e interesante observarlo en la obra de Genovés, debido a su extensión y a la elección de las obras expuestas que ofrecen el recorrido completo desde la Guerra Civil, pasando por la represión y la huida a Francia, donde se cultiva en las corrientes allí presentes. Su catarsis en estos ambientes añade un valor a la obra de arte como objeto histórico matizando su valor en amplios sentidos. En contraposición, aunque Lobo no se pronuncia al respecto por estos acontecimientos, observamos como el cubismo francés se inmiscuye en su escultura durante los años que pasa en el exilio. Ambos artistas tanto profesional como personalmente evolucionan y mejoran, puesto que nunca se deja de aprender.

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  6. Tras la visita de la exposición de Baltasar Lobo no sabría si valorar la gran belleza y el naturalismo de las réplicas de las esculturas del siglo XIX o pensar en la facilidad de representación de dichas obras un siglo después.
    En esta exposición hemos podido observar como Baltasar Lobo representa el cuerpo humano de una forma extremadamente abstracta. Así como relacionar sus esculturas con las anteriormente nombradas del siglo XIX. De esta forma conocemos varias maneras de ver y representar el arte, apreciamos la gran evolución de este en el tiempo.
    Una vez más podemos decir: "no todo es posible en todas las épocas". Ya que la abstracción de Baltasar Lobo es totalmente opuesta al naturalismo del siglo XIX.
    Visitando la exposición de Juan Genovés sentí, de alguna forma, que esos cuadros eran nuestra realidad, eran la realidad del mundo. Genovés representa la guerra, el sufrimiento que esta conlleva y los años posteriores, con distintas propuestas.
    Los años de la guerra se ven representados en cuadros de tonos ocres, negros... oscuros. Las personas que aparecen en ellos muchas veces salen tapándose la cara, de esta forma nos transmite como le gente no quería ver la realidad.
    Con más luz y color representa los años posteriores a la guerra, en los que comienzan a aparecer los derechos y las personas empiezan a ser más libres y a formar grupos. Estas obras están creadas por manchas de color y multitud de objetos colocados sobre ellas, de esta forma representa las diferentes personas, la individualidad y transmite que no hay dos personas iguales en el mundo.
    Genovés realiza obras cargadas de sentimiento y reivindicación.
    Este tipo de salidas nos ayudan a aprender y llenarnos de conocimiento. Gracias a ellas compartimos más tiempo con nuestros compañeros y nos cultivamos unos a otros con nuestras ideas.

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  7. La influencia de la época y la historia en el arte es algo que no se puede pasar por alto. Ya sea desde los romanos reproduciendo los cánones de belleza griegos, que sirvieron de inspiración a Baltasar Lobo siglos después para hacer sus propias copias, hasta llegar a Genovés.
    La obra de éste último es un claro ejemplo de a lo que me refiero. Comenzó a pintar en pleno estallido de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco. Sus obras muestran la represión, la prohibición y el sufrimiento que había en aquella época. Se puede apreciar el odio, la osadía, el miedo a expresarse por las posibles brutales represalias, el miedo a mirar (o el no querer mirar) lo que pasa delante de nuestros propios ojos. El conjunto de colores en tonalidades grises, tan sombríos y lúgubres, las escenas tan sangrientas y dolorosas que se vivieron, muestran qué tan decadente era España por aquel entonces.
    Pero de pronto Franco muere y su mundo (su arte) se revoluciona: el gris se va, el sufrimiento desaparece, y los colores vivos y la alegría vienen, e incluso sus técnicas picoteras cambian.
    Pero jamás, jamás, su arte deja de ser una crítica.
    Al fin y al cabo, el arte es una representación de la realidad, influenciada como ya he dicho antes por la época y la historia, y siempre habrá, aunque sea una sola voz entre millones, alguien para criticarla.

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  8. La exposición de Baltasar Lobo me hizo replantearme la visión que tenía respecto a la representación del cuerpo humano en el arte. Aunque mayoritariamente las obras eran de los siglos XIX y XX, eran réplicas de obras realizadas siglos atrás, siguiendo los cánones griegos y romanos. Algo que me llamó la atención fue el gran contraste entre algunas de las obras, donde se podía ver claramente la evolución del arte a través de la historia, desde obras en las cuales se podía apreciar por completo el cuerpo humano hasta algunas de las más modernas y abstractas en las que había que fijarse en los detalles para averiguar de qué se trataba.
    En la exposición de Genovés pudimos contemplar la evolución del arte de un autor a lo largo de su vida, desde sus primeras obras basadas en la guerra, las cuales eran violentas y mostraban actos e imágenes que desgraciadamente representaban la realidad de la época, hasta sus obras más modernas, en las que utiliza el color como fondo y coloca encima manchas a modo de personas, y sobre ellas, telas, materiales diversos e incluso objetos inusuales, como la chapa de una botella o de una lata, todo ello para interpretar la realidad de las personas según su punto de vista, que es que las personas son únicas y no puede haber dos iguales.
    En conclusión, las dos exposiciones me parecieron interesantes y me hicieron aprender y reflexionar un poco más sobre el mundo del arte.

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  9. De estas exposiciones he aprendido, dejando de lado información y datos irrelevantes en este comentario, sobretodo que no siempre hacen falta detalles en una obra de arte para expresar lo que se quiere expresar con ella. Muchas veces vale con sugerir, de esta manera no se lo das todo hecho al espectador, y éste tiene que indagar para descubrir todo lo que la obra cuenta. Si bien es cierto que, como dice Juan Genovés, esto se lo pierden los espectadores inquietos.
    Las exposiciones me han recordado que arte no es solo la habilidad sino también la idea. Y hablando de ideas, aprovecho para señalar algo que también he aprendido: que la ideología del autor no tiene por qué estar ligada con su obra.

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    1. Si tuviéramos que decidir cuál de las artes plásticas ha sufrido un mayor desarrollo en Castilla y León, optaríamos por mencionar la escultura.
      Desde la época del barroco la escultura de Castilla ya muestra características que lo diferencian de la escultura andaluza, especialmente en la representación de temas recurrentes como la Crucifixión, aunque de la escultura de la que vamos a hablar es de una época más reciente. Concretamente hablaremos en primer lugar de la escultura de un artista zamorano, Baltasar Lobo, cuyo trabajo mostrado en la exposición “Baltasar Lobo, un moderno entre los antiguos” se desarrolla durante el siglo XX.
      La exposición en sí recoge una serie de ejemplos del ya mencionado artista los cuales se posicionan junto a reproducciones del siglo XIX de esculturas del mundo clásico de las que posiblemente Lobo se haya inspirado debido a las similitudes que se presentan entre ambas en los diferentes y numeroso casos. La escultura clásica se ha caracterizado desde sus orígenes por poner en práctica un canon de belleza imitado en diversas ocasiones a lo largo de los momentos de la historia del arte hasta la actualidad. Sin embargo Baltasar Lobo nos hace ver a partir de su trabajo realizado generalmente en yeso, salvo en escasas excepciones en las que utiliza bronce u otros materiales a pesar de ser más costoso y laborioso el proceso, una concepción de belleza a raíz de la simplificación de formas al momento de representar el cuerpo humano, pero de manera que la figura sigue siendo reconocible a pesar de carecer de extremidades e incluso de cabeza en numerosas ocasiones. Es evidente el gusto del artista por el cuerpo humano, especialmente por el femenino, en situaciones de reposo o de relajación mostrando una visión dulce del mundo. Evita así mismo la representación de la expresividad propia de obras como el “Laocoonte y sus hijos” a pesar de que muestra el movimiento en alguna obra como por ejemplo la de “Baloncesto”.
      Por otro lado la exposición de Juan Genovés, artista que sigue trabajando a pesar de sus más de ochenta años de edad, muestra una mayor influencia por las cuestiones políticas. Es especialmente apreciable su rechazo hacia el régimen de Franco echando un vistazo a las obras que realizó durante su primera etapa en plena dictadura. El uso de una gama de color prácticamente monocromática de tonos fríos y grisáceos, así como la representación de la humanidad como una masa de cuerpos en constante movimiento ocultando siempre el rostro son recursos comunes de los que Genovés hace uso para mostrar el horror de este momento de la historia de España.
      Conforme el régimen franquista llega a su fin y transcurre el tiempo alejándose cada vez más de este episodio, las pinturas de Genovés va adquiriendo mayor colorido. La representación de la humanidad como masas se sigue manteniendo, pero esta vez llama la atención el uso de diversos materiales y objetos que encontramos en nuestra vida cotidiana, los cuales solo son apreciables si el espectador se acerca al lienzo. Además el propio autor se retrata en varias ocasiones a una diminuta escala como parte de la composición junto con otras figuras reconocibles. No es entonces el fin de la dictadura lo que hará que las obras de la última etapa de Genovés dejen de tener significado.

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  11. En el tiempo que ha durado esta excursión hemos sido inmersos en tres visiones completamente diferentes del arte mostradas por dos artistas que usan como herramienta principal al ser humano. Tanto en la exposición de Baltasar Lobo como en la de Juan Genovés destacan las obras con representaciones humanas que toman distintos significados.

    Baltasar Lobo realiza representaciones del cuerpo humano utilizando como base las vanguardias. El fobismo-expresionismo que toma como inspiración en su viaje a París hace que las representaciones humanas sean mucho más simples. Pero para nada menos correctas, ya que nosotros somos capaces de asociar esas imágenes a la realidad. Sin embargo esa efigie solo muestra lo que es el ser humano por fuera, careciente de sentimientos. A pesar de ser obras dinámicas y con movimiento solo muestran una carcasa, la parte externa del ser humano.

    Las obras de los inicios de Genovés hablan de los sentimientos humanos. Sentimientos que solo nuestra especie puede percibir. El constante miedo, la soledad, tensión que se experimentaba en la época en la que el autor realizó el conjunto de obras. Esa violencia, odio y dolor de tener que permanecer en silencio. En algún momento nosotros nos hemos sentido así. ¿Verdad? Es lo que se halla en lo más profundo del ser humano, sus pensamientos. Aquellos que no se pueden revelar.

    A medida que el tiempo pasa, este artista empieza a dar una visibilidad distinta a los seres humanos, estos ya no tienen forma, no poseen una historia, una vida, no tienen sentimientos. O si los tienen, pero eso ya no importa en el cuadro, lo que importa es el conjunto, cuando esas mínimas unidades están unidas es cuando se crea la obra. Rebosa de color y de expresividad. El conjunto de los seres humanos, la sociedad.

    Todas estas visiones nos hacen reflexionar sobre quienes somos. ¿Somos simples carcasas? ¿Somos almas atrapadas, recluidas? ¿O tal vez somos un conjunto, somos la pluralidad?

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  12. Baltasar lobo realiza esculturas completamente diferentes a las de siglos anteriores, donde predomina lo abstracto y el empleo de metales. Sus obras no siguen cánones de belleza como lo hacían las obras de anteriores siglos, lo que las hace muy originales y llamativas, y en lo personal me gustan menos que las esculturas clásicas ya que no son expresivas y no me sugieren nada.
    Por otro lado la exposición de Genovés me pareció muy interesante, con pinturas sencillas en su mayoría, pero que hacen reflexionar sobre tiempos pasados, además se representa muy bien. En otra sala vimos diferentes obras mucho más llamativas por sus colores y realizadas con diferentes materiales como pajitas, tela e incluso horquillas pegadas en pintura sobre el lienzo.

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  13. Durante la salida por Valladolid del pasado martes, realizamos tres visitas ,las dos últimas mucho más profundas que la primera.
    En el palacio de Santa cruz, uno de los primeros edificios renacentistas, analizamos su fachada y en su interior contemplamos una representación de la crucifixión de Cristo.
    Pasando a la visita de los museos, en primer lugar Baltasar Lobo, lo primero que me transmitió es como a veces menos es mas, ya que todas sus esculturas son muy simples, con muy poco movimiento e incluso la mayoría de las veces sin extremidades.Esta es una manera de dejar al espectador que desarolle un propio pensamiento sobre la obra interpretada, al contrario que las esculturas más clásicas de las cuales Baltasar lobo tenía como referencia, son mucho más detallistas y precisas cerrando más nuestro campo de imaginación sobre lo que quiere transmitir la obra.
    Sobre la última exposición realizada por Juan Genoves lo que más me llamo la atención fue como siempre tendemos a buscar el significado más difícil cuándo la mayoría de las veces el autor simplemente nos lo quiere representar de la manera más facil.
    Además de esto en la obras de Juan genovés se puede apreciar una evolución en sus obras desde sus inicios hasta las más actuales, aunque en todas ellas existe una crítica social la cual quiere mostrar al público

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  14. En la exposición de Baltasar Lobos he aprendido como observar las esculturas de una manera más culta, es decir fijándome más en los detalles, materiales, el mensaje que nos quiere transmitir el autor, comprendiendo la ausencia de extremidades en las obras…
    Me sorprendió mucho que las obras de yeso tuvieran algunas pintadas, lo cual me hace pensar que Baltasar Lobos no valora mucho sus obras, aunque si se molesta al hacerlas.
    Me llama la atención como tiene unas obras más reales y detalladas y otras totalmente abstractas, en algunos casos cada obra realista tiene una complementaria abstracta; aunque tienen intenciones totalmente distintas.
    Por otro lado reflexioné sobre la diferencia entre una obra encargada al autor para una tercera persona y una obra que hace el autor para expresarse. Los artistas no se pueden permitir usar materiales caros si no es por encargo, por tanto serán de yeso y luego algunas serán policromadas para hacer el efecto de un material de mayor valor como el bronce.
    Para terminar decir que me sorprendió bastante la escultura (como tema), ya que no me solía fijar en estos detalles que antes pasaría por alto.

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  15. Godard dijo una vez que lo importante no era de dónde tomases las cosas, sino a dónde las llevaras. Nada es totalmente original y menos en cuanto a arte se trata. Esto es algo que se ve confirmado en la exposición de Baltasar Lobo, donde se entremezclan yesos clásicos con sinuosas formas que rozan la abstractacción; la unión de lo viejo y lo nuevo; de la reproducción y el original. Tal contraposición resulta cuanto menos curiosa a primera vista pero, si uno se para a reflexionar un instante... ¿no depende el segundo directamente del primero? ¿No es la figuración de Baltasar Lobo una continuación del realismo clásico? No es complicado llegar a otra cuestión "¿cuál es mejor?" yo no creo ser capaz de encontrar una respuesta ya que hasta la forma más sencilla, realizada de una cierta manera, puede transformar, inspirar y transmitir.

    En cuanto a la sisposición de las esculturas, la comparación se hace posible gracias a la colocación de esculturas de ambos géneros en un mismo espacio. Algo así podría haber resultado en un cúmulo de piedras sin ningún sentido aparente y, en cambio, al haber utilizado el mismo material como soporte para las piezas del autor (y habiéndolas colocado en lugares estratégicos), se consigue que destaquen entre los demás yesos, pues no debemos olvidar que la exposición ha de hacer de estas obras las principales protagonistas de la misma.

    Por otra parte tenemos la exposición dedicada a Juan Genovés, en la que podemos hacer un recorrido por la vida del artista (e incluso por la historia de nuestro país) a través de sus pinturas. En ella, se demuestra que el arte sí tiene un tiempo y un espacio, y que tal vez ( y sólo tal vez) pongamos en más valía aquellas obras cuyo mensaje para con su época pueda aplicarse también a la nuestra, puede que al ver nuestro mundo reflejado en el del artista su obra nos llegué más o incluso nos sintamos amparados por su arte. Es en estos casos cuando podemos ver el verdadero impacto que puede tener el arte en la sociedad (y viceversa). Genovés ha optado por retratar su tiempo a lo largo de su vida, convirteindo su obra en la crónica del último medio siglo de historia.

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  16. El pasado martes realizamos una salida en la cual, pudimos observar detalladamente la obra de dos artistas Españoles como son Baltasar Lobo y Juán Genovés.
    Por un lado la obra de Baltasar Lobo se centraba en lo escultórico,retratando la desnudez estética y simbólica en sus propias versiones mucho mas abstractas de obras anteriores, podemos observar también como a Baltasar le interesaba especialmente el torso dejandolo en ocasiones sin extremidades.
    Por otro lado está, la obra pictórica de Juán Genovés la cual fue todo un símbolo de la lucha antifranquista. La pintura de Genovés está en la línea del realismo social con un estilo expresionista, uno de sus temas mas recurrentes era el de las multitudes, que se entremezclan a través de los lienzos, monocromáticos en sus primeras obras y a color en las mas recientes, el pintor de las masas no olvida retratar a cada personaje como un individuo único a los ojos del expectador.

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  17. De la excursión del pasado martes me quedo, fundamentalmente, con una cuestión: ¿Hasta qué punto es algo original?
    Si tomamos como punto de partida la exposición "Baltasar Lobo, un moderno entre los antiguos" donde reproducciones del S.XIX de obras clásicas contrastan con la obra de este autor castellano leonés del mas puro siglo xx y de una abstracción en algunos casos admirable, nos fijamos, claramente, en que lo que hace,¿no es si bien otra copia? ¿no estamos, en realidad, ante una sala repleta de reproducciones? Podríamos decir que sí y que lo original puramente no existe o, que una obra por mucho o poco que se parezca es por sí sola original.
    Creo que este concepto se plantea muy bien en la exposición al ser la colocación de las obras lo que hace darnos cuenta que el parecido o más correctamente, la inspiración, ha estado ahí.

    Con respecto a la segunda exposición la de Juan Genovés, me llamó la atención, sobre todo, lo mucho que puede estar ligado la obra de un autor a su época, no se si de manera intencionada o instintiva. Y como sus obras reflejan un momento exacto y concreto, transmitiendo la sensación de que, a medida que caminas entre sus obras, vas viviendo y recorriendo su historia, tu historia al fin y al cabo. Así de como el título de la exposición ("La intensidad del silencio"), no puede ir más acorde con la sensación que transmite su obra, de una época donde predomina el silencio más tenso e intenso y como poco a poco esa intensidad va desapareciendo hasta la última de sus obras, donde la temática inicial desaparece adaptándose así el autor a un nuevo tema donde destaca lo colectivo pero a su vez el individuo el cual es protagonista, lejos de preferir el silencio.

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  18. El pasado martes hicimos la primera excursión del año donde pudimos visitar varias exposiciones

    La primera de ellas era acerca de las esculturas de Baltasar Lobo.
    El artista realiza representaciones humanas de una manera clara y limpia, donde a la vez, el movimiento de las figuras es protagonista pero de manera un relativamente abstracta. Pues, lo más característico de ellas y también lo que más me gusto de todo esto, fue la pura sencillez que tienen y como obras de siglos pasados han sido capaces de influenciar de tal manera al artista para que sirviesen de inspiración y, como consecuencia, se haya obtenido tan buen resultado.

    Por otra parte, la exposición de Juan Genovés muestra una transición de las diferentes etapas de su vida, tanto en los acontecimientos históricos (que fueron reflejados en sus cuadros), como en su propia evolución artística y técnica. Sus obras se dividen primordialmente en tres periodos, donde se puede ver una gran diferencia en cada una de ellas… Los cuadros que pude observar de la primera época son totalmente diferentes en varios aspectos a los últimos realizados, y eso es lo que más me ha gustado de toda la excursión. Poder ver las diferentes influencias de los artistas y como se refleja en su evolución.

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  19. Dando mi más mera opinión, lo que he aprendido sobre la exposición de Baltasar Lobo es poder inspirarme en obras clásicas sin temor a representarlas a mi manera de verlas, esto a simple vista parece algo sencillo y sin temor alguno, pero imitar algo que se admira o con técnicas bien pulidas es difícil. No quieres perder la esencia de aquello en lo que te has inspirado, pero tampoco que sea una copia exacta de la obra. Y el claro ejemplo de ello, es como Baltasar Lobo valora redondear un fin, es decir, muchas de las obras en las que se inspira no tienen extremidades y se ven claramente las roturas de esas partes que faltan, pero Baltasar Lobo sutilmente las redondea, crea apéndices que dan belleza a la misma y sensación de composición cerrada para no fijarte en ese fin que las otras obras clásicas tienen. La relación entre lo clásico y lo contemporáneo se ve directamente ligado en esta exposición, sin esta relación no habría ninguna lección de aprendizaje y ni tampoco se entendería el contexto de las esculturas contemporáneas.

    Referida a la exposición en el patio herreriano de Juan Genovés se aprende la evolución que tiene y desarrolla un artista pasando por diferentes etapas, en su caso, artísticamente durante toda la vida. Esto para jóvenes artistas como lo somos nosotros nos ayuda a entender porque es necesario un estilo propio pero sin estancarnos en él, ya que nunca podremos tener uno para siempre. Cada individuo va evolucionando, adquiriendo conocimientos y experiencia que se plasman en nuestra acción, a la vez que en la forma de expresarnos y en el arte que creamos. A veces este cambio es brusco y se observa claramente, otras veces va paulatinamente macerándose. Como en el caso de Genovés, en las pinturas más reciente se ve una multitud que se individualiza con diferentes materiales que dan relieve a sus imágenes, comparando estas imágenes con las primeras de la exposición, fácilmente se ve la clara evolución que parte de multitudes igual vestidas y unidas o con un mismo propósito. También la etapa intermedia nos muestra la prueba y error, o mejor dicho, la exploración de una nueva forma de expresarse buscando nuevos métodos.

    En definitiva, he aprendido que uno puede inspirarse en lo demás y reinventarse en su arte, tomando como algo natural el cambiar de “estilo”. Muchos artistas toman el concepto “estilo” como algo único, sin embargo, es algo transformable.

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  21. En la exposición de Baltasar Lobo he aprendido que no hace falta elaborar una obra muy detalladamente para que se pueda comprender, ya que con una mucho más sencilla podemos identificar y entender la forma. También he aprendido que una obra que tenga más detalles o esté más elaborada no tiene porque ser mejor que una más simple, que las dos obras tienen importancia por igual. Y que para hacer una obra hay que empezar por la base.
    En la exposición de Juan Genovés he podido meterme en su vida e ir viendo sus diferentes etapas a lo largo de ella. Sus obras son obras criticando su modo de vida y lo ocurrido durante esa época. En sus obras queda reunida mucha de nuestra historia a lo largo de la vida. Una frase que me llamó la atención fue la siguiente: " En el mismo momento en que se termina una obra acaba la intimidad entre la creación y el creador. Que real y que extraño es todo." A partir de esta frase me di cuenta de que Juan Genovés estaba mostrándonos esa intimidad con sus obras, representando su vida a través de ellas.

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  22. Había ido antes a ver otras exposiciones, de hecho la de Juan Genovés ya la había visto, pero creo que esta ha sido la primera vez que no voy a mirar una exposición, si no a ver una exposición, creo que hay una pequeña gran diferencia.
    Con Baltasar Lobo he logrado darme cuenta de que no todo se trata de los detalles, y que una obra de arte con más detalles no la hace mejor ni más expresiva, he podido observar en las esculturas de Baltasar Lobo movimiento, a pesar de ser esquemáticas e incluso sin estremidades, y expresividad, a pesar de ni si quiera tener rostro. Todos los artistas tienen algo que contar con sus obras y me parece mucho más fácil captar dolor, alegría, sufrimiento o cualquier otro sentimiento a través de un rostro humano que de una figura que apenas parece humana, lo que me parece algo a mencionar.
    Las esculturas con las que se comparaban las de Baltasar eran también dignas de admirar y aunque tuvieran cierto parecido (ya que se supone que Baltasar se inspira en ellas) eran completamente diferentes.
    Cada cual tendrá su opinión y la mía es que personalmente me llaman más la atención aquellas esculturas llenas de detalles puesto que no sabría dónde fijar la vista e intento analizar cada milímetro de escultura para no perderme ninguno de ellos, por otra parte me parece digno de ver la capacidad de Baltasar de expresar y comunicar con sus esquemáticas esculturas. Pero serían incapaz de decir cuál de las dos es mejor, creo que ninguna lo es, o lo son ambas.

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  23. En esta exposición de Baltasar Lobo hemos podido aprender diferentes aspectos sobre el punto de inflexión entre las esculturas clásicas y las esculturas contemporáneas que nos presenta Lobo, un artista influenciado por diferentes tipos de vanguardias y corrientes que se llevaron a cabo lejos de España.
    A mí me ha parecido que esta conexión reside en la línea y en la forma, que se mantiene como un bajo continuo a lo largo del tiempo. Son obras en las que el ojo no tiene que hacer un esfuerzo para mirar y entender, si no que simplemente se desliza por ellas.
    Así mismo, que las obras estén expuestas de esa manera, para ser comparadas, hace el recorrido de la exposición más interesante, y en mi opinión deja claro que las obras de Lobo son mucho mas expresivas y cercanas al espectador, aun siendo levemente deformes.
    También me ha parecido muy interesante entender qué que un artista venda sus obras en vida y trabaje no solo por el placer de hacer arte, sino con el fin de obtener beneficios, no es des prestigioso en absoluto, de hecho, es lo ideal.

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  24. En la exposición de Baltasar Lobo, pude ver y entender mas sobre ciertos autores y sus obras. Se va a muchos museos, pero eso no enriquece nada si no llegas a comprender lo que estas viendo. Vi como obras de distintas épocas tenían unas poses similares, aunque según el punto de vista de los autores con distinta perspectiva. Pienso que las obras de Baltasar Lobo tienen mas complejidad no desde como han sido hechas o cuanto han tardado en hacerse, sino por la manera de Lobo de representar sus obras, figuras sin extremidades y sin cabeza y muy ‘‘hinchadas’’. Mientras que las otras obras expuestas a su vera son más semejantes a la realidad, puede ser compleja la forma de hacer algo, pero el resultado no va a ser mejor por eso (desde como lo veo yo). La manera en la que la exposición estaba distribuida me resulto agradable, ya que podía ver una obra de Baltasar Lobo y justo detrás o al lado otra de otra época distinta, y así puedes apreciar el contraste con un solo golpe de vista.

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