jueves, 8 de febrero de 2018

¿QUÉ MIRAN? SEGUNDA LECCIÓN DE ADRIÁN PRADIER


1 comentario:

  1. TALLER DE ESTÉTICA

    Tras la primera sesión, algo más introductoria, nos enfrentamos a esta segunda con ganas de resolver aquellas dudas que nos quedaron y que, perdón por el spoiler, permanecieron o aumentaron al final de la segunda ponencia, en la que comenzamos rematando la pregunta que quedó en el aire la primera jornada sobre qué es el arte e incluso sobre si es necesaria una definición para el arte.

    A esta segunda parte la respuesta fue un sí por parte de Adrián, que nos explicó que una definición de lo que estudiamos puede ayudar en ciertos casos de duda sobre si una obra es arte o no además de decirnos qué objetos requieren un cuidado mayor y su posible tasación, hechos que no quitan que siga existiendo el problema de la gran variedad de formas artísticas, que imposibilita una definición pragmática y total del concepto “arte” porque una definición siempre es normativa. Siempre excluye algo que nos gustaría dentro o viceversa, de ahí que haya detractores con esta búsqueda de una tesis sobre el arte.

    Por un lado, el argumento inductivo de Robert Stecker nos dice que cualquier definición de arte que nazca lo hará con fecha de caducidad, puesto que todas lo han hecho antes. Esto se puede comprobar viendo que a lo largo de la historia todas las definiciones de arte que han propuesto los filósofos acaban contradiciéndose unas o con otras, o bien son puestas a prueba por los propios artistas. Posiblemente la definición de arte que más ha perdurado en la historia es aquella que denomina arte como la imitación de la realidad, sin embargo esta propuesta fue invalidada con el surgimiento de las vanguardias.

    Esto plantea la duda de que tal vez sea necesario buscar una definición de arte para cada época histórica, una postura a la que Pradier se opone porque no es una forma de explicar totalmente el concepto.

    Por otra parte, se nos mostró el argumento de la competencia lingüística para oponerse a una definición de arte y que se basa en que todos nos entendemos cuando hablamos de arte hasta que alguien plantea qué es el arte, un concepto que es indefinible y que como tal debe de ser mostrado, no explicado, según recogía Ludwig Wittgenstein en su Tractatus Logico – Philosophicus.

    En conclusión, el arte sigue planteando un problema vivo debido a su enorme fragmentación y a los límites del lenguaje que Wittgenstein ya planteó en su momento como los límites de su mundo, con lo que, tal vez, el arte encuentre su final pero también su principio, en las inexactas pinceladas de conocimiento que el lenguaje puede aportar sobre él, puesto que el artista no busca más que romper aquella barrera que le impone la definición de su trabajo.


    Kento Martín

    Javier Villegas

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