lunes, 1 de febrero de 2016

LA CARTA DE CARLOS

Estimado Arturo y María José. Saludos.
Les escribo para agradecerles profundamente todo su trabajo empeñado en la realización el Seminario-Taller, de verdad. Les cuento que desde ahora mi lobby en la universidad para definir las fechas definitivas del congreso de Filosofía será de mayor presión.
Quisiera compartirles unas palabras (una idea) que desarrollamos pensando con los estudiantes del Seminario Taller. Y en este sentido, una idea que no es mía sino del Grupo:
Que el lugar del arte para el conocimiento y el pensamiento pasa por considerar las condiciones materiales (las formas del arte) de la formación de las ideas (el conocimiento y el pensamiento) y por tanto como un lugar que es esencialmente educativo. Es decir; el hacernos cargo simultáneamente, de las condiciones materiales (de la formación) con que se origina el pensamiento a la vez que nos hacemos cargo desde el mismo pensamiento de las ideas (de las representaciones). De ambas dimensiones: de las condiciones materiales y de las representaciones. En el contexto de un congreso sobre Kant al cual nos dirigimos: el problema de la educación sería un problema esencialmente Kantiano en el punto en que toda la obra de Kant es una operación que intenta hacerse cargo de ambas dimensiones del asunto: de la representación y  de la fuerza-objetiva de la representación. Y que podríamos nombrar, como la cordura necesaria para escapar a la condena que excluye los espacios “sin sentido”. Por ejemplo, la exclusión que la universidad pretende hacer de la escuela primaria y secundaria de la cual hablábamos hoy en el café, simplemente porque se autorepresenta la primera como una pura representación (puro pensamiento y conocimiento) que desconoce las condiciones que dan forma a la representación. Es la vieja diferencia entre la Academia de Platón y el Liceo  de Aristóteles que son los modelos originarios que separan la “misión intelectual de la universidad” y  la “tarea material de la escuela”. El Arte en esta dirección es un ejemplo de mediación muy interesante pues “tira” para ambas dimensiones del problema: forma y contenido. Y bajo este contexto no es sólo una propuesta educativa más, sino una consideración fundamental para la crisis del modelo educativo occidental.
Uff….hasta aquí. Ideas que son fabricadas (pensadas) con las manos en la masa…y en la representación, que demuestran que la docencia y la investigación son dos asuntos de una misma naturaleza.
Y un último asunto: Los estudiantes en este momento tienen por última labor reescribir sus textos y enviármelos al correo  dándoles la forma final para el congreso. Sería importante si nos pudiéramos reunir una vez más antes del congreso para que simularan al menos una lectura con esas modificaciones asunto que estuvieran más relajados para la presentación y a su vez evaluar esos cambios finales. Quizás reuniones individuales sin necesidad de coordinar una sesión ni nada por el estilo. A ver qué se les ocurre.
Un gran abrazo.

Carlos

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