Segismundo
Malatesta fue un miembro ilegítimo de la noble familia de los Malatesta y
poseía gran temple y un cuerpo robusto. Era un capitán diestro y
elocuente. Estudió
historia y tenía conocimientos de filosofía superiores a los de un aficionado.
Parecía nacido para lograr cuanto se proponía, pero estaba dominado por sus
pasiones y se abandonaba a una avaricia de dinero tan incontrolable que se
convirtió en saqueador y, por si fuera poco, en ladrón. Era tan disoluto que
forzó a sus hijas y a sus yernos. Siendo muchacho desempeñaba a menudo el papel
femenino en amores vergonzosos y después obligó a hombres a hacer de mujeres.
No tenía respeto alguno por la santidad del matrimonio. Forzó a vírgenes que
habían hecho votos sagrados, así como a judías; mató a muchachas e hizo azotar
brutalmente a mancebos que se habían rebelado contra su voluntad. Cometió adulterio
con muchas mujeres a cuyos hijos había sostenido en la pila bautismal y asesinó
a sus esposos. Su crueldad era mayor que la de ningún bárbaro e infligía espantosos
tormentos a culpables e inocentes por igual con sus propias manos
ensangrentadas. Raras veces decía la verdad, era un maestro en paciencia y disimulo,
un traidor y un perjuro que nunca cumplía su palabra ... Cuando por fin sus súbditos
le imploraron que cultivara una política de paz y que tuviese piedad de un país
que estaba constantemente expuesto al pillaje por su causa, replicó: «Marchaos.
Sed valerosos, pues jamás tendréis paz mientras yo viva». Éste era Segismundo,
un hombre inquieto, sensual e incansablemente belicoso, uno de los peores
hombres que han vivido o vivirán jamás, la vergüenza de Italia y la desdicha de
nuestra generación.
Pío II, 1461
¿Qué nos quieres decir con esto exactamente?
ResponderEliminarPues, como te he dicho por correo, que eso del "reverso oscuro" es algo muy muy antiguo. Y que este tipo abominable fue quien encargó a Alberti el Templo malatestiano en el que pretendía enterrar dignamente a los humanistas más preclaros de su tiempo. ¿Cómo lo veis?
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